domingo, 13 de junio de 2010

COPADO MUNDO: Cátedras para meterse todo un Partenón en el culo.


Con una resaca que violentaría al mismísimo Belcebú y el suenho más entrecortado de los últimos 9 meses, los corresponsales de COPADO MUNDO, entramos al Estadio el sábado a la manhana armando kilombo y echando pestes y culebras contra cualquier invertebrado que agitara una maraca. Antes de agacharme frente a MARIANO para pasar debajo del molinete, el se acordó que se había olvidado las entradas en el hotel (bah, hotel es un decir porque en realidad paramos como si fuéramos pareja gay en un telo de las afueras de ¿Johannesburger?). De todas formas, su cámara tampoco tenía pilas y para peor, se olvidó sus dos ojos de vidrio en el cajón de la mesita de luz, así que bueh… un fotógrafo sin acreditaciones, ni equipo, ni órganos básicos indispensables para ejercer el oficio, como que no sirve de mucho no?.

Le di las llaves del hotel y al final entré sólo a la cancha. Como me suele pasar a menudo, unos cuantos muchos minutos después caí en la cuenta de que cada cosa que hicimos antes de llegar fue al pedo ya que con mi ceguera crónica yo no tenía nada que hacer ahí. Después de pensar “WTFFFFFFFFFFFFFF???????” durante un flash, caminé 15 cuadras esquivando túnicas con todo y pensadores adentro, discutiendo sobre lo bien que se pasan las ETSs ahora que las botineras no andan sólo detrás de los jugadores, sino hasta de todo pene con colores alusivos a su Selección que camine. En eso, llegué al hotelo y me tiré a dormir al lado de MARIANO, quien luego de aprender a construir una choza para 90 personas reciclando 5 cajas grandes de fósforos y volviendo a quemar una cuarta parte de lo ya edificado, cambió el utilísima zulú o como le dicen acá zulútilísima (la única palabra con dos acentos en el mundo), y justito le pegó a Corea del Sur – Grecia. “¡GOL CARAJO!”. Se despachó mi fiel lacayo de los reportes gráficos, mientras yo despegándome un par de lagrimones que se atoraron en mis pestanhas, traté de alcanzar a mirar la jugada. Luego, me di cuenta que me estaba yendo de mambo y que mi párrafo súper largo ya contaba demasiadas cosas que la gente no está acostumbrada a retener debido a la polución visual de las calles y la excesiva cantidad de información que existe en la internet. Todo esto sumado a la falta de yodo y a que es el Mundial y nadie habla de otra cosa, hizo que cambiara abruptamente de tema y saltara a otro renglón.

GOL CARAJO! CARAJO!”. Esbozó nuevamente en un bostezo MARIANO y ya estaba todo dicho. Corea del Sur debutaba como más tarde no lo hubiera hecho Messi. Lee Jong Soo y Park Ji Sung mandaron a las griegas a comprar pan árabe y hacerse una turca (¿!?).

Y como lo prometido es deuda. Me pago con dos temas koreanos que nunca antes escuché. El primero es de un grupo que se shama Galaxy Express.  


Y el segundo de unos amiguitos de la Karen O de los Yeah Yeah Yeahs, que nació ahí mismo, shamados Native Korean Rock. Moveeeeete chiquita moveeeeete!.


NIGERIAN PECHO FREEZING

Un rato más tarde, el delivery trajo el plato fuerte del día. O equipi de Maradona se paró delante de una docena de nigerianos (el arquero estaba tan "en llamas" que vale doble), que si bien siempre es saludable verlos jugar por los cien mil kilómetros que corren y la poca nafta que transpiran, están lejos de la época en la que Nwanko Kanu pelaba sabiduría en el área chica y Taribo West ondeaba en eterna cadencia sus rastas multicolores al viento y eso ya era suficiente espectáculo. Bueno, lo que sí nos preparamos con todo. MARIANO (que no sé por qué creo que es curepa, como le dicen en este y otros sistemas solares a los hermanos argentoides) se guardó en un closet y dijo que no iba a salir hasta que Messi haga un gol de antología. Unas horas después, el forense pasó por acá a preguntar si podíamos convidarle un poco del cadáver para el almuerzo, pero parece que el ropero estaba cerrado por dentro. De todas formas, el tipo se quedó a acompanharme mientras en la tele, el ataque era más avasallante que Star Wars contra Star Trek.

La Pulga parecía coparse picándoles a 11 perros vestidos de verde y uno tras otro, el veterinario que atendía bajo el arco africano, se encargó de sacar todas las alimanhas que trataron de infectarlos. Hasta que la cuestión no dio para más y desde uno de los córners, Heinze concretó para que los periodistas de ese país hablaran de otra cosa que no sea Tinelli. Enseguida, ya no hizo falta apelar a estrategias más que atender el puestito y lo que presagiaba convertirse en el mejor partido del finde, fue…… (Snif… Snifff...)…. Che. No, en serio, ¿qué onda MARIANO?.



GREEN SAY NO MORE.

Ya máááááááááás tarde dije: “Pegaría ver una cagada ahora mismo”. Pero como MARIANO seguía encerrado con olor a podrido o lo que sea y tenía el control remoto en el bolsillo, corregí mi deseo: “Pegaría ver una cagada ahora mismo, en el partido”. En eso, el forense resultó ser el genio de la lámpara de lava y me concedió dos deseos. Cuando como pasa típicamente en las películas le pregunté por el tercero, me respondió que ya iba a ser suficiente con llenarle la nariz de formol y cremar el cuerpo de mi companhero, intercepté su explicación pidiéndole que lo resucite y que de paso, cuando Inglaterra esté ganando 1 a 0 con gol del capitán, algún pelotudo, el que sea, empate. El benevolente personaje, quitó de su saco un contrato por 4 anhos más gastos de pensión y comisiones varias y una lapicera Parker® absolutamente falsificada. Yo firmé debajo de la línea y luego de dar un par de chasquidos de dedos, él desapareció. El partido terminó 1 a 1 gracias a la tragicómica escena protagonizada por  el asshole más asshole de todos los assholes y MARIANO salió del closet como si nada………


Bien ahí Dempsey. Te bancamos a muerte!.